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Donde Anida la Espiral

(2004-18)

ÍNDICE
  1. TEXTOS
  2. PRÓLOGO
  3. INTRODUCCIÓN
  4. 1.  MÁS  ALLÁ  DEL  OBJETO
  5. 2: CUERPO TERRITORIO PAISAJE
  6. 3: PAISAJE DE LA MUSEALIZACIÓN
  7. 4: POÉTICAS DE LA CONSCIENCIA
Portada Exposición "Donde Anida El Espiral"

El proyecto Donde anida la espiral es muy amplio, el más extenso de todos los que Mabel hizo; también el más dilatado en el tiempo, catorce años, desde 2004 hasta 2017, ambos incluidos. Algunos de sus apartados son tan vastos que podrían conformar una amplia exposición y ser tratados de forma independiente, como elementos con entidad y carácter propios. Sin embargo, es necesario aunarlos todos para que el conjunto muestre la compleja idea holista de Mabel.

Está formado por una serie de trabajos que combinan la investigación paleontológica, la experiencia performativa en el paisaje y la creación artística. Asimismo, en ellos se cuestionan los principios tradicionales de la musealización, se reflexiona acerca de la realidad y la representación y se invita al espectador a participar en una visión que unifica experiencias de Ciencia, Arte y Vida.

El proyecto se divide en cuatro grupos, que a su vez se subdividen en otras tantas secciones, en las cuales se implementan las obras hasta formar un cuerpo que se adentra intensamente en los temas citados a lo largo de una treintena de proyectos subalternos.

Más allá del objeto es un espacio de meditaciones poéticas sobre la memoria de un paisaje. Estos objetos, moldes y copias de fósiles de ammonites, fotografías documentales o manipuladas, son una llamada de atención sobre lo real y su representación, intentan activar relatos que estimulen al espectador a elaborar su propia historia, invitándole a reflexionar sobre su experiencia perceptiva mediante diferentes opciones sensoriales. Aspiran a instaurar una mirada crítica y poética, un modo flexible de percibir y representar, al comprender que el conocimiento es una construcción histórica, relativa al patrón o cosmovisión imperante en cada época y en cada cultura.

Cuerpo–Territorio–Paisaje presenta performances, vídeos, instalaciones, esculturas, dibujos y fotografías de integración en el territorio paisaje y explora relaciones físicas y simbólicas que re– in–corporan el ser humano a la naturaleza. Esta conexión emocional se realiza vinculando las prácticas artísticas a representaciones relacionadas con la memoria, la materia, la forma, la energía, el espacio y el tiempo.

A través de la representación ántropo–zoomórfica tomamos consciencia de ser un elemento más de la naturaleza, permitiéndonos comprender nuestra conexión biológica y simbólica con ella. Tal afinidad, con lo natural, nos enlaza con los elementos primigenios, la tierra, el agua…, y alimenta la necesidad de una experiencia emocional directa con la cadena evolutiva de la vida, que no responde a un orden estático sino a una permanente hibridación –mutación–extinción en equilibrio, un proceso sin principio y sin fin en el que todo está conectado por el hilo sutil de la energía.

Representación ántropo–zoomórfica

La rambla, como reflejo de los movimientos orogénicos, de la excavación torrencial de fuerzas fluviales y de la intervención humana, desentraña y representa esa memoria de la tierra.

Y, la espiral, siendo una de las formas geométricas esenciales, enlaza estructural e históricamente al ser humano con la naturaleza en el sentido geológico, biológico y cósmico, expresando la experiencia de habitar simbólicamente el camino del inconsciente arquetípico. Mientras que, en el mapa encontramos la unión de la representación del espacio del mundo físico y el mundo mental, del pensamiento, en una simbiosis donde lo microcósmico y lo macrocósmico están en el mismo plano. En las instalaciones, performances, fotografías, esculturas y dibujos de Paisaje de la musealización se abordan algunas cuestiones sobre los modelos expositivos y las funciones del museo contemporáneo. Lo deseable en el museo actual es ser agente social que valore y comprenda la relación entre el individuo y su contexto, un espacio dinámico y comprometido, capaz de implicar a la audiencia.

Desde dichos planteamientos, estos proyectos consideran la necesidad de investigar otras formas de mostrar y comprender lo científico, la historia de la vida en la Tierra; idean propuestas expositivas conectadas a modelos más sistémicos, integrales, empáticos y comprometidos con los valores defendidos por la ecología y el arte contemporáneo. Se adentran en modelo expositivo cuyo fin principal sea implicar a la audiencia en el compromiso activo y en la conservación de la diversidad natural a través del arte.

Por otra parte, estas obras también evocan la vulnerabilidad y desprotección de nuestros yacimientos, y son una cartografía sensible y real del paisaje del suelo marino fosilizado en un momento determinado, ya que el molde escultórico es un objeto que unifica el tiempo geológico, el tiempo humano y el tiempo psíquico.

En Poéticas de la consciencia Mabel habita la geometría de la espiral, consciente de su valor simbólico y profunda raigambre en todas las civilizaciones como icono de la vida. Anidar la forma espiro–helicoidal a través de la consciencia y el imaginario artístico no es sino experimentar el recorrido evolutivo de la energía universal desde un nivel galáctico a un nivel subatómico.

Un camino que nos permite comprender y simbolizar la evolución humana como proceso integrado en la evolución del universo. Una experiencia que nos conecta inmediatamente con la Naturaleza de la que nunca hemos dejado de ser parte.

Habitar con el cuerpo aquellos espacios le hizo consciente de la relación yo–tu, dinamismo–estatismo, centrípeto–centrífugo, recogimiento–expansión, origen–destino; sentirse forma embrionaria en el útero materno; reconocer un proceso de reencuentro con nuestras raíces; transcender lo mental para conectar con lo emocional, donde la vivencia estética y la psique conectan su realidad con lo intemporal del imaginario ancestral. Con el barro sobre su cuerpo, se desvistió de Cultura para cubrirse de Naturaleza. Integró su materia en la materia, para vislumbrar el sentido de pertenencia al medio natural y la consciencia de que nunca hemos dejado de estar conectados con él, tan sólo lo hemos olvidado. Sus huellas sobre el papel o el barro rememoraron los primeros trazos, el primer lenguaje, conectándonos con lo atávico. Esa huella símbolo es una especie de indicación de camino que suele oponerse a la razón y es que el símbolo sólo puede interpretarse verdaderamente cuando puede vivirse.

El diálogo entre exploración, observación e interpretación creativa de un resto fósil ha sido el hilo conductor que ha guiado la realización de estas obras. Su mayor complejidad ha radicado en conjugar conceptos e ideas de campos muy especializados y aparentemente inconexos, como son las normas científicas, los códigos humanísticos y el lenguaje del arte.

En consecuencia, la primera aspiración de este proyecto ha sido mostrar la capacidad del lenguaje artístico para mediar entre las disciplinas científicas y humanísticas, demostrando que el arte es el tercer código, un campo de conocimiento y experiencias que permite el diálogo entre los tres sin menoscabo de ninguno de ellos.

Su segundo objetivo ha consistido en la puesta en valor del patrimonio paleontológico con la doble intención de crear conciencia sobre su interés y sobre la necesidad de conservar y proteger los yacimientos y sus paisajes, no sólo por su valor medioambiental, sino también por la relación íntima y evolutiva que el ser humano tiene con ellos. En este contexto, el arte se presenta como el lenguaje capaz de generar una conciencia ecológica a través del imaginario simbólico.

Mabel Martínez ani-da-da-da

Finalmente, como tercer empeño, se adentra en la investigación de los distintos lenguajes artísticos necesarios para representar la relación entre Arte y Naturaleza. Para ello se han utilizado soportes multidisciplinares tan variados como la fotografía, el dibujo o el vídeo, la performance o la escultura, junto a textos poéticos y documentación científica.

En suma, este proyecto invita al espectador a participar de una visión que unifica experiencias de Ciencia, Arte y Vida.

Exposición Donde Anida el Espiral Rectorado

“A muchos les gustaría olvidarse totalmente del tiempo, porque oculta el principio de la muerte (todo artista auténtico lo sabe). Flotando en este río temporal se encuentran los restos de la historia del arte, pero el “presente” no puede sostener las culturas de Europa, ni siquiera las civilizaciones arcaicas o primitivas; debe explotar en su lugar las mentes prehistórica y post histórica; debe adentrarse en los lugares donde los futuros remotos se encuentran con los pasados remotos”.

                                                        Sedimentación de la Mente: Proyectos de Tierra, 1968.                 Robert Smithson              

La naturaleza ha sido, desde las culturas primigenias hasta hoy, motivo y lugar de representación del mundo, memoria de las proyecciones del ser humano, expresión de su imaginación. El paisaje natural no dice nada, pero lo comprende todo. Es una proyección de la mente y un espejo. La memoria trabaja con el tiempo y se convierte en la potencia más poderosa de nuestro intelecto: al pensar la naturaleza comenzamos a crear el paisaje. Esta forma de comprender y aprehender la realidad, tan imbricada en la tradición clásica a modo de paisaje, en la actualidad, a la luz de las nuevas tecnologías de la visión, se revela de nuevo como uno de los campos más fértiles de investigación en la práctica artística contemporánea.

El punto de partida del proyecto fue el encargo de restauración de un gran ammonite del periodo Cretácico que me hizo el Museo Arqueológico de Calasparra (Murcia). La investigación para la reconstrucción del fósil me llevó a indagar exhaustivamente este animal extinto que poblaba los océanos de la Tierra hace 140 millones de años. El estudio y observación de su fisiología, de sus tipologías, de sus hábitats y otros aspectos relacionados con él, generaron la necesidad de conocerlo más allá de su pura recomposición formal. La posibilidad de viajar en el tiempo a través de estos fragmentos de roca sedimentaria, me indujo a explorar e interpretar el territorio del cual procedía, avivando cada vez más la necesidad de experimentar aquellas percepciones desde la mirada del Arte. Por lo tanto, el conjunto de trabajos que forman esta propuesta, fruto de la reflexión sobre dicha zona, podría inscribirse en la relación arte–naturaleza–territorio.

El ejemplar que llegó a mis manos fue encontrado en uno de los yacimientos paleontológicos de la Sección del Río Argos -sector Cehegín-Caravaca. De acuerdo con recientes estudios, estos parajes, que comprenden cinco zonas de gran interés científico, son catalogados por los especialistas como lugar de interés geológico internacional y considerados como el modelo más adecuado para el estudio de un periodo geológico muy significativo, por la buena calidad de sus afloramientos, por su completo registro estratigráfico y la abundante fauna fósil. Contienen, asimismo, el ejemplo del estratotipo global del límite Hauteriviense-Barremiense, pues en ellos aparece la especie Ammonites Spitidiscus Hungii, como evento marcador de dicho límite. Esta sección se desarrolló durante la era Mesozoica en el periodo Cretácico inferior, y se ubica en el sistema Bético externo de la península Ibérica.

Los sedimentos de la sección río Argos se depositaron en un medio marino pelágico (aguas profundas de antiguos mares). En este medio, y para la edad que nos ocupa (hace 140 millones de años), los organismos más característicos eran los ammonites, que por su modo de vida poseían una gran capacidad de dispersión en los océanos y, por lo tanto, son extremadamente útiles como elementos marcadores para el establecimiento de correlaciones temporales (bio-eventos) en la evolución de nuestro planeta.

En este paisaje apreciamos desde el punto de vista litoestratigráfico una alternancia rítmica de niveles margosos (grises azulados) y bancos margo-calizos (ocres pálidos y ocres amarillentos). Según los geólogos la tasa media de sedimentación de estos depósitos se sitúa en torno a los 30/40 mm cada 1000 años. Datos que me inspiran y que, como se verá, transformo en valores plásticos a través de mis propuestas artísticas. El paraje en el que intervengo tiene gran valor científico, lo que exige, lógicamente, un grado de protección permanente que asegure su conservación en las mejores condiciones posibles evitando su destrucción, tanto por causas naturales, como, más posiblemente, por actividades humanas (obras civiles, labores agrícolas, reforestaciones inadecuadas, recolección abusiva de fósiles).

La acción natural de los ríos Argos y Quípar, junto con los torrentes y ramblas que los nutren, han sido los principales agentes creadores de la superficie de estos montes y sus arrastres nos han permitido descubrir el contenido de fauna fósil de estas rocas sedimentarias.
Siempre he sentido devoción por el tiempo, por la historia, por la paleontología y por la geología. Es por eso que el ammonite gigante me subyugó desde el mismo instante en que lo vi. La relación con este animal marino fosilizado fue produciendo en mi la necesidad de establecer un diálogo emocional e intelectual con él, de tal modo que conforme ahondaba en sus tipologías descubría, para mi sorpresa, la ingente variedad de espirales a las que responden las conchas de estos moluscos. Observando la textura del caparazón reparé en que la sutura, unión del septo -capa que separa dos cavidades o dos masas de tejido- con la pared de la concha, respondía al crecimiento fractal. Al descubrir su sorprendente geometría, mi fascinación aumentó. Representé estás delicadas líneas expansivas grabadas en la piedra en una gran plancha de acetato, y esto desató un torbellino de ideas que utilicé en mis acciones, fotografías, vídeos y esculturas.

De tal afinidad surgió la necesidad de conocer el espacio donde había sido hallado este vestigio pétreo, el lugar de su sedimentación. Amigos geólogos me condujeron hasta el yacimiento, ofreciéndome las claves científicas para su lectura. Tras sucesivas visitas sentí que aquel paisaje provocaba en mi la necesidad de experimentarlo física y plásticamente.

Sorprendentemente estas tierras guardan en su interior gran cantidad de ammonites que afloran a cada paso. Tales restos paleontológicos nos revelan la vida de hace millones de años y nos invitan a pensar que el paisaje que vemos hoy está condicionado por el de otros tiempos remotos, del mismo modo que el nuestro condicionará el del futuro.

El proceso de las imágenes nos remite a un ciclo de vida y muerte, a la Muerte como compañera de la Vida, como premisa que concibe el Ser desde el No-ser, en donde la una no es posible sin la otra, trasladándonos a un estado de existencia anterior y más fundamental, el de lo inorgánico. En este proceso imparable, el cambio que genera y engendra el tiempo, mantiene una constante, y es que el paisaje tiene memoria, contiene poderosas huellas que ofrecen la posibilidad de reconstrucción y de imaginación artística.

La visión de la naturaleza que me gustaría transmitir no es ni científica ni humanística, sino las dos cosas a la vez. Comienza con la exploración objetiva que nos proporciona una lectura del pasado de la Tierra, para más tarde unirse con el ser humano, sujeto de saber, receptáculo de conocimiento y espiritualidad. En este sentido las propuestas artísticas que presento no pertenecen a la ciencia ni a la realidad, ni a la sofisticación, ni al hecho; por el contrario, pertenecen al realismo mágico y a una imaginación más “primitiva”, aquella que se recrea en los secretos visuales y que elige reconocer al mito, la magia y el prodigio.

Esta “imaginación más primitiva” también admite la necesidad de intermediarios para superar nuestra inhabilidad en obtener una compresión basada en hechos científicos inconexos. La ciencia es para los que aprenden; la poesía, para los que saben.
La espectacularidad de estas tierras de intensos colores, de estos pequeños fragmentos de vida pasada adheridos al muro y contextualizados en unas coordenadas espaciales, pertenecen a la historia de un territorio, son expresión espacial de una temporalidad vivida, y nos permiten, desde su conciencia, comprender y expresar la naturaleza a través de los parámetros del arte.

Una mirada subjetiva, sensible, íntima que me lleva al sentimiento de pertenencia al lugar. Esta consciencia de sentirme un elemento más del paisaje me permite comprender mi conexión biológica y simbólica con la naturaleza.

Descubrir un paisaje desde lo que alberga su interior.

Leer aquel lugar más allá de lo que ven mis ojos 
retrotrayéndome, proyectándome 
deteniéndome en las fuerzas que lo han modelado
en las materias que desvelan fragmentos de su evolución.

Comprender la emoción ante la belleza 
de lo armónico asimétrico
en formas asombrosamente numéricas.

Sentir el cordón umbilical de la vida
tejido desde el impulso creativo de la espiral creciente.

                                                                                     

1.  MÁS  ALLÁ  DEL  OBJETO

Meditaciones poéticas sobre la memoria del paisaje

1. Ammonite Original: restauración, restitución. 


Ammonite original: restauración, restitución (2003) Fotografía

Al recibir los fragmentos del fósil, desde un primer instante, me interesó conocer cuáles habían sido sus procesos de formación, cómo se había conservado o cambiado su forma a través de millones de años y, para respetar con rigor científico su estructura original, realicé varios tanteos con diferentes técnicas de restauración. En un segundo momento, me cuestioné cuál podía ser mi aportación, no sólo como restauradora sino también como artista.

Comprendí que la tarea iba mucho más allá de una mera restauración; lo que tenía entre mis manos, en realidad, formaba parte del diálogo que las prácticas artísticas contemporáneas establecen entre Arte, Naturaleza y Ecología.

El proceso de la restauración me hizo experimentar momentos de gran incertidumbre. Disponía de escasa información sobre este objeto y el campo de la paleontología todavía lo sentía ajeno. Después de observar atentamente y estudiar sus características formales, y tras muchas divagaciones y pruebas, decidí guiarme por los ritmos y cadencias de curvaturas, volúmenes y texturas que planteaban las formas de los fragmentos. 


2. Ammonite: procesos, múltiples copias

Estas obras son una llamada de atención sobre el debate acerca de lo real y su representación. Según Benjamin, la obra de arte contemporánea pierde su aura al estar sometida a procesos de reproductibilidad que la convierten en pura mercancía, un objeto carente de experiencia, sin contenido ritual ni valor cultural. Pero, por otro lado, Clement Rosset, uno de los autores contemporáneos más influyentes, reflexiona sobre la relación entre lo real y sus representaciones sugiriéndonos que, ante la imposibilidad de atrapar la experiencia de lo real, deberíamos aceptar la posibilidad de evocarla a través de múltiples copias o representaciones.


Ammonite: procesos, múltiples copias (2004-7) Instalaciones

Los objetos que forman parte de esta instalación se aproximan al referente real, el animal extinto que una vez tuvo vida, en varias etapas, primero a través de su fósil, que es su molde original; en segunda instancia, a partir de la copia de ese molde fósil original restaurado y, en un tercer estadio, en una nueva reproducción trabajada mediante procedimientos escultóricos.

Sin embargo, tanto en los procesos naturales como en los artísticos, la capacidad de réplica del molde no reproduce copias exactas del referente, sino posibles interpretaciones que lo evocan y lo materializan en un nuevo objeto con identidad singular. Por tanto, en mi trabajo, aunque algunas piezas son semejantes en su apariencia formal, cada una de ellas recrea de un modo singular la existencia de aquel animal, así como la memoria del tiempo en la corteza terrestre, modelada y esculpida por agentes naturales y humanos.

Los objetos que forman parte de esta instalación se aproximan al referente real, el animal extinto que una vez tuvo vida, en varias etapas, primero a través de su fósil, que es su molde original; en segunda instancia, a partir de la copia de ese molde fósil original restaurado y, en un tercer estadio, en una nueva reproducción trabajada mediante procedimientos escultóricos.

Sin embargo, tanto en los procesos naturales como en los artísticos, la capacidad de réplica del molde no reproduce copias exactas del referente, sino posibles interpretaciones que lo evocan y lo materializan en un nuevo objeto con identidad singular. Por tanto, en mi trabajo, aunque algunas piezas son semejantes en su apariencia formal, cada una de ellas recrea de un modo singular la existencia de aquel animal, así como la memoria del tiempo en la corteza terrestre, modelada y esculpida por agentes naturales y humanos.

Todo este proceso de experiencias artísticas reproduciendo objetos a partir de moldes y el uso de técnicas cerámicas con sus reacciones químicas mediante el uso del fuego, nos conectan con el origen sedimentario de los fósiles y nos permiten reproducir simbólicamente el proceso de fosilización de un organismo en la naturaleza. Igual que el registro fósil es el resultado de los cambios físico–químicos de los minerales sedimentados, el artista, a través de la técnica, selecciona las materias y las hace actuar de acuerdo a sus condiciones, hasta llegar al objeto pétreo, momento en el que tiempo geológico y tiempo antropológico confluyen en un mismo instante figurado. El horno cerámico se convierte en metáfora de la máquina del tiempo al acelerar y comprimir un proceso que en la naturaleza requiere millones de años. De este modo, cada pieza es un objeto híbrido que contiene y rememora al animal original, su molde y sus reproducciones, al paisaje del que procede y, también, nos hace conscientes del tiempo en la materia.

En la superficie de los objetos ammonite reconstruyo mental, emocional y simbólicamente el paisaje que los ha generado; evoco las sensaciones visuales y táctiles de los montes y las ramblas; represento las curvas de nivel del relieve donde he trabajado; sostengo una mirada a vuelo de pájaro, en la que topografía y voz poética se abrazan, un conjunto de relatos en los que naturaleza y cultura se hermanan simbióticamente.


3. Antipanóptico. Las réplicas de lo real. 

En esta instalación se pone en juego la metáfora del antipanóptico en respuesta a la sociedad de la vigilancia, el control y el poder del conocimiento. En ella propongo un modo de exploración alternativo en el que el espectador, en vez de ser el objeto observado, se convierte en un observador de objetos atento, capaz de integrarlos y cuestionarlos desde distintos sistemas visuales de percepción, con diferentes códigos de representación, con objeto de interpretar lo que se le ofrece como una suma de realidades.

Una mirada crítica y poética que aspira a instaurar un modo flexible de percibir y representar, comprendiendo que el conocimiento es una construcción histórica, relativa al patrón o cosmovisión imperante en cada época y en cada cultura.

Antipanóptico. Las réplicas de lo real. (2017) Instalación

4. Registro límite. Memoria de lo visual Simular la realidad – Realidad simulada


EL BUEN FOTÓGRAFO ES EL QUE MIENTE BIEN LA VERDAD

Cada cultura organiza su codificación a través de una manera propia de percibir y concebir el mundo. El objeto de percepción no es fruto de la experiencia sensible, natural y directa, y tampoco es un objeto abstracto sublimado a partir de ella, sino un objeto cultural y significativamente coordenado por su cosmovisión.

La imagen fotográfica no contiene lo real, sino que construye la realidad en un umbral donde confluyen la percepción empírica, la mediación técnica y la interpretación cultural, estética e ideológica. Las imágenes proyectan una representación ilusoria, un relato de la experiencia que refieren.

Realizo, desde esa conciencia, dos series de fotografías con la intención de mostrar la complejidad de interpretar tanto la estratigrafía fósil como el hecho fotográfico, evidenciando que entre la realidad fósil y su constatación por la imagen hay un espacio reconstruido simbólica y metafóricamente por la mirada del fotógrafo como resultado de la relación entre registro, cultura y creación.

La primera serie de imágenes, Simular la realidad, habla del paisaje de los hechos, fotografías realizadas bajo el paradigma realista: una mirada atenta del fotógrafo, mediatizada por los ajustes de los parámetros de su cámara y el manejo de revelado fotográfico digital sin retoque. Se muestra la imagen como registro, documento visual o archivo de un yacimiento paleontológico, en este caso sito en el noroeste de la Región de Murcia.

La segunda serie, Realidad simulada, refiere a la construcción del paisaje de las imágenes que recrea simbólica y metafóricamente el espacio liminar en que se encuentran el archivo, el retoque y la creación en el hecho fotográfico. Son imágenes modificadas en el laboratorio digital.

Esta mirada responde a lo que R. Barthes llamó “campos ciegos” o posibilidades de ver más allá de lo que está visible en la imagen, pues se estimula la imaginación para crear escenarios reales o no reales que inviten a penetrar el universo artístico de la representación.
Pretendo poner en práctica un paradigma interdisciplinario nutrido desde diferentes esferas de cono- cimiento (arte, ciencia y poesía), con la intención de manifestar que la práctica de ver o representar, paradójicamente, necesita tanto someterse a esquemas como liberase de ellos, aceptar códigos y cuestionarlos.

Estratos de margas y calizas con fósiles. Molino del río Argos, Barranda. Murcia

2: CUERPO TERRITORIO PAISAJE

Acciones de integración en el territorio-paisaje

Esta parte del proyecto explora las relaciones físicas y simbólicas que re–in–corporan al ser humano en la naturaleza.

La investigación sobre el Ammonite y su proceso vital me sumió en una compleja percepción de las relaciones entre lo orgánico y lo inorgánico, que alimentaba en mí la necesidad de experimentar dicho suceso emocional, física y artísticamente, de modo que mi propio ser, animal somático, reconociera las formas originarias en comunión con el elemento tierra, mineral, en el paisaje, relacionando memoria, materia, forma, energía, espacio y tiempo. Como consecuencia, el mapeado del cuerpo, su tamaño, el sistema de medida o de comparación, se fundirán con los lugares y las formas configuradas por los elementos en una orografía asombrosa.

5. Anidando en la tierra   

Anidando en la tierra. (2006) Performance

Mi arte se basa en la creencia de una energía universal que corre a través de todas las cosas: del insecto al hombre, del hombre al espectro, del espectro a las plantas, de las plantas a la galaxia. Mis obras son las venas de irrigación de ese fluido universal.

A través de ella asciende la savia ancestral, las creencias originales, la acumulación primordial, los pensamientos inconscientes que animan el mundo. No existe un pasado original que se deba redimir: existe el vacío, la orfandad, la tierra sin bautizo de los inicios, el tiempo que nos observa desde el interior de la tierra. Existe por encima de todo la búsqueda de los orígenes.

Ana Mendieta. Escritos 1983


6. Ecologimetría en la rambla (2007)

La consciencia de sentirme un elemento más del paisaje me permite comprender mi conexión biológica y simbólica con la naturaleza.

En esta performance coloco el Ammonite sobre mi cuerpo. Intento buscar el modo de medir su territorio de forma instrumental, con una mira de geometría de uso topográfico y una práctica sensorial, mediante mi cuerpo, percibiendo el paisaje en la comunión de lo físico y lo simbólico.

La mirada objetiva y subjetiva dialogan entre sí hasta transformarse en una “experiencia perceptiva de espacio, ecologicométrica” de la naturaleza.


7. Espiral en la rambla.  (2006) (Performance y vídeo)

…el camino no conduce en línea recta hacia delante, por ejemplo, desde la tierra al cielo, o de la materia al espíritu; se trata más bien de una ́circunvalatio ́ y de un acercamiento al centro. No avanzamos dejando atrás una parte, sino cumpliendo con nuestra tarea como ́mixta composita ́, esto es, como seres humanos entre los opuestos masculino y femenino. Este camino, si lo tuviéramos que representar gráficamente, sería una espiral.

Carl Gustav Jung

En este vídeo–performance experimento y comprendo la espiral como una de las formas geométricas esenciales que enlazan estructuralmente al ser humano con la naturaleza en el sentido geológico, biológico y cósmico.
En consecuencia, la idea programática que guía esta acción, consiste en conectar mi consciente con la espiral que es, como señala Jung, uno de los arquetipos simbólicos esenciales de nuestro inconsciente psíquico.

Espiral en la rambla. (2006) Performance y vídeo

Para realizar esta intervención me valgo de los materiales que allí encuentro. Mi cuerpo y una rama se convierten en el compás que traza la forma. La superposición de capas de hojas de pino secas, en contraste con la claridad de la tierra, termina por revelar de un modo simbólico–metafórico la forma del animal que da identidad a ese paisaje.

Un tiempo después visité el yacimiento y pude comprobar cómo la espiral iba desapareciendo tras las avenidas de la rambla. Los materiales utilizados volvían a integrarse en el paisaje.

Tras su construcción y para cerrar la acción, habité conscientemente la espiral tanto en sentido involutivo, de fuera a dentro, como evolutivo, de dentro a fuera. Descalza, en pleno contacto corporal con la tierra, me fundí con aquel paisaje, materializando la experiencia de habitar simbólicamente el camino del inconsciente arquetípico, una espiral mística que se remontaba al principio de los tiempos.


8.  Antropoamonites en la rambla

La imaginación humana, desde la antigüedad, ha manifestado una tendencia innata a la representación ántropo–zoomórfica, una expresión que integra simbólicamente al ser humano en la cadena evolutiva de la vida. En esta performance habito el Ammonite que llevo dentro. Involuciono para restablecer la conexión con la naturaleza celular ancestral de la que procedo.

Antropoamonites en la rambla. (2007) Performance

9. Flujo Perpetuo

La cadena de la vida no responde a un orden estático sino a una permanente hibridación–mutación– extinción en equilibrio; un proceso sin principio y sin fin en el que todo está conectado por un hilo sutil de energía.

Si el Antropoammonite me permitió emprender el camino de vuelta hacia un estado de vida extinta, fosilizada y encarnada en el elemento Tierra, la performance Flujo Perpetuo me transportó más allá del tiempo geológico, convirtiéndolo en tiempo vital al revivir en mi al animal en el medio que le era propio. Siguiendo los pasos de su evolución de fósil a animal marino, participé del contacto con el primer elemento de su medio natural: el agua.

Flujo Perpetuo. (2016) Vídeo-performance

Al sumergirme en el mar encarnaba un ammonite, inicié el camino al origen de la vida, un momento sin tiempo en el que diluirme a través de la percepción y la ficción artística. Emocionantes momentos de simbiosis con este ser primigenio al percibir que la sutura fractal dibujada en el traje quedaba tatuaba en mi epidermis con plena naturalidad.


Representaciones simbólicas del territorio-paisaje

Tras la experiencia in situ en los yacimientos paleontológicos procedí a la recreación mental y emocional de lo vivido, a la síntesis psíquica del recorrido visual de las sensaciones experimentadas y memorizadas, representandolas mediante esculturas, dibujos, instalaciones y montajes fotográficos, en los cuales el mapa topográfico y la recreación de la sutura del ammonite recrea estos escenarios.

Las imágenes son fragmentos–miniaturas de paisajes que unen lo físico con lo imaginario, que sugieren analogías sensoriales entre el modelado del cuerpo y la orografía del paisaje, elementos conectados por la cartografía del territorio intervenida y proyectada sobre mi piel.


10. Rambla, vía naturalis

Las sucesivas incursiones a través este cauce fluvial me permitieron entablar un diálogo con el paisaje semidesértico, un escenario geológico creado por enérgicos movimientos orogénicos, por la excavación torrencial de fuerzas fluviales en los sedimentos marinos durante milenios y por la intervención de la mano del hombre. Comprendí emocionalmente gracias a él que la rambla desentraña, como un amistoso preceptor, la memoria de la tierra.

Rambla, vía naturalis. (2011) Escultura

11. Geomapa. Espiral áurea en la rambla de Gilico

El mapa es por naturaleza un híbrido que hace coexistir la letra y la imagen (…) encontramos la unión de la representación del espacio del mundo físico y el mundo mental, del pensamiento, en una simbiosis donde lo microcósmico y lo macrocósmico están en el mismo plano. El mundo se reduce al plano; el plano a un fragmento de territorio, y el territorio a un detalle infinitesimal.

Geomapa. Espiral áurea en la rambla de Gilico. (2006) Técnica mixta e instalación

12. Topografías de identidad. Paisaje en la Piel

En las imágenes se produce la unión del signo y del símbolo entre fragmentos de tres realidades: el cuerpo, el mapa y los fósiles. Entre ellos comparten conexiones que los transforman en un


13. Espacio Pelágico. Sutura-fractal

Espacio Pelágico. Sutura–fractal. Instalación. (2006) Instalación

Un ambiente azul–verdoso sumergirá al espectador en la ilusoria experiencia sensorial de las aguas marinas en la que habitaban los ammonites hace 140 millones de años. Dominio pelágico del océano constituido por una serie de zonas intermedias entre la superficie y el fondo abisal. En él discurren las corrientes y, por ende, la mayor parte de la biodiversidad marina.

La instalación estará compuesta por un laberinto de planchas de acetato transparente, suspendidas desde distintos puntos de la sala, sobre las que hay dibujados diferentes tipos de sutura-fractal de ammonites. Varios focos móviles de luz coloreada las atravesarán proyectando sus líneas y manchas en las paredes y suelo, al tiempo que se escuchará un paisaje sonoro de corrientes marinas pelágicas en el que el espectador quedará sumergido.

Metafórico diaporama de imagen, luz y sonido que nos trasladará a un antiguo mar, retrotrayéndonos a lo que aquellos espacios serían en un tiempo remoto. Un paisaje acuoso, frente al paisaje semidesértico que observamos ahora y en donde yacen sus restos fósiles.


3: PAISAJE DE LA MUSEALIZACIÓN

Musealizar la ciencia a través del arte

Estas piezas escultóricas, dibujos, performances e instalaciones, abordan cuestiones relacionadas con los modelos expositivos y las funciones del museo contemporáneo.
El modelo decimonónico de museo científico tuvo la función de conservar y documentar el Patrimonio. Un modelo expositivo caracterizado por su pragmatismo, no sólo por valorar lo que resultaba útil para la ciencia sino también por ejercer el poder de los estados hegemónicos sobre el entendimiento de la Historia. Un modelo de conocimiento donde el museo se define como una institución avalada por la autoridad científica al servicio de los intereses del poder. Se trata de un paradigma disciplinar que inhibe la subjetividad del espectador en la construcción del conocimiento al utilizar códigos de lectura especializados que suelen interesar solamente a los expertos, relegando así al visitante a ser un sujeto pasivo, un observador inhabilitado para interpelar o poner en duda el esquema explicativo de los objetos.

Sería deseable, no obstante, que el museo actual fuese agente social que valorase y comprendiese la relación entre el individuo y su contexto, un espacio dinámico y comprometido, capaz de implicar a un espectador que se convertiría en agente.
Sintiéndome al tiempo público y artista, consideré la necesidad de investigar otras formas de mostrar y comprender la Historia de la Vida en la Tierra. Es así como surgieron estas propuestas expositivas conectadas a modelos más sistémicos, integrales, empáticos y comprometidos con los valores defendidos por la ecología y el arte contemporáneo.

Los siguientes proyectos pretenden ser un territorio rizomático por explorar. Un espacio catalizador de diálogos, lugar de encuentro para la convivencia social, el aprendizaje y la reflexión a través de una mirada poética y emocional materializada en diferentes soportes artísticos. En suma, un modelo expositivo cuyo fin principal es implicar a la audiencia en el compromiso activo y la conservación de la diversidad natural a través del Arte.

14. Paisaje estratigráfico de Historia Natural

Contra los rígidos muebles expositores de los viejos museos, este nuevo modelo de exhibición, con estantes de metacrilato, que simulan la disposición (inclinación, rotura, etc.) de los estratos geológicos y el tesoro paleontológico que contienen, pretende que el espectador sea partícipe en las propuestas expositivas, estimulando su deseo de conocimiento. Aquí las piezas fósiles se pueden tocar y coger para curiosear. Lo que interesa es que haya una participación activa que mueva el espíritu creativo, haciendo al espectador consciente de la importancia de conservar los bienes culturales, en este caso, paleontológicos.

Paisaje estratigráfico de Historia Natural. (2017) Escultura- instalación

En su sencillez, esta pieza escultórica incide en la importancia de la labor de los museos y, aún comprendiendo su complejidad, insta a su necesaria evolución.


Fragmentos de Historia Natural. (2016) Instalación

15. Fragmentos de Historia Natural

Esta instalación teatraliza las obsoletas colecciones científicas donde se acumulan los objetos. Emula y pone en escena un gabinete de curiosidades, una colección de pequeños ammonites y fragmentos de otros fósiles de mayor tamaño, recogidos en superficie durante las numerosas incursiones realizadas en el yacimiento Arroyo de Gilico.

Frente al valor testimonial de los fósiles que son musealizados por su perfección formal, en esta puesta en escena el significado y valor de los ejemplares está en exhibir las piezas incompletas, tal y como fueron recogidas en su entorno natural. Su interés radica en otorgar valor al fragmento como elemento capaz de activar la capacidad sensitiva e imaginativa del espectador al invitarle a recomponer la Historia de la Vida a través del tiempo geológico. Asimismo, estos vestigios, al ser los restos de extracciones incontroladas, pretenden concienciar sobre la necesaria protección de los lugares donde se encuentra la memoria de la Tierra.


16. Cuestionando las prácticas extractivas 

La extracción incontrolada de piezas en los yacimientos paleontológicos por personas sin cualificar e incluso, en ocasiones, la llevada a cabo científicamente, provoca el deterioro progresivo del paisaje natural.

Los trabajos y performances que realicé en estos lugares señalan la necesidad de la urgente sensibilización de mantener los espacios naturales protegidos. Ante esta realidad, es preciso idear otros procedimientos menos agresivos para su estudio y conservación, asegurando la permanencia de lo que la naturaleza ha creado a lo largo de millones de años.


17. Paisaje táctil. Matereografías Tafonómicas  

Utilizo distintos materiales para extraer copias directas del suelo marino fosilizado.
Una experiencia sensitiva del paisaje a través del tacto donde mi cuerpo dialoga con el espacio, el tiempo y la materia.

Paisaje táctil. Matereografías Tafonómicas. (2007) Fotografía, performance, instalación

He llamado materiografía al molde del talud fosilizado en un momento concreto, como una cartografía sensible. Esta escultura sería un objeto que unifica el tiempo geológico, el tiempo físico y el tiempo psíquico.


18. Paisaje estratigráfico de historia artificial

Paisaje estratigráfico de historia artificial. (2007) Instalación

Esta escultura–instalación evoca el paisaje de la ladera marina fosilizada y plantea una toma de conciencia sobre el deterioro de los yacimientos paleontológicos a causa de la extracción indiscriminada, ya sea para su posterior venta o para su musealización. Asimismo, propone modos expositivos más evocadores dirigidos a comprender y sentir el ambiente del yacimiento en su contexto natural.


19. Entre estratos

Entre estratos. (2007) Escultura, instalación

Esta escultura plantea una analogía entre las fracturas de los estratos y los tonos de los diferentes materiales sedimentarios con los colores de la escultura. Por otra parte, la disposición de los bloques y la situación del fragmento–fósil en la estructura reticular, rememoran los protocolos metodológicos de cuadriculación mediante coordenadas que documentan el proceso de excavación antes de extraer lo hallado.


20. Caligramas: Imágenes Híbridas

El caligrama o poema visual aparece ya en las culturas grecolatinas, aunque es en las vanguardias históricas donde se utiliza como un recurso creativo para abrir la puerta oculta del inconsciente, revelando la complejidad del concepto que representa con una simple mirada, disolviendo fronteras entre ámbitos del conocimiento.

Caligramas e Imágenes Híbridas. (2008-16) Dibujo, pintura

La serie presenta composiciones textuales–visuales construidas con palabras, curvas de nivel, objetos y formas que nombran el mundo y lo construyen como paisaje o arquitectura, invitando al espectador a comprenderlo desde lo estético, lo intuitivo y lo emocional, al conectar mediante lo simbólico ámbitos como la poesía, la ciencia y el arte.


El arte como motor para la toma de conciencia

21. Yacimiento paleontológico: proceso de deterioro

El yacimiento Arroyo de Gilico, emplazamiento de muchas de mis acciones, ha sufrido un deterioro progresivo a causa de la extracción incontrolada de expoliadores (toperos) en busca de fósiles para la compra–venta. Las sucesivas incursiones realizadas en este paraje desde 2004 hasta 2017, me han permitido documentar fotográficamente su irreversible transformación.

Estos ripples (playa fósil), estructuras sedimentarias formadas por corrientes de aguas o viento sobre arenas, ya no existen. Las fotos muestran el buen estado de conservación en que se encontraban al inicio del proyecto y cómo lo encontré todo destruido en mi última visita. En la pareja de fotografías se puede identificar la idéntica ubicación por el cauce de la rambla en la que aún sobreviven las mismas plantas, a pesar de haber pasado los años.


Taxonomía–Expoliación. (2016) Instalación
Taxonomía–Expoliación. (2016) Instalación

22. Taxonomía- Expoliación

Montaje mural de un conjunto de cajas para clasificación de fósiles. En lugar de ejemplares reales, los compartimentos contienen fichas intervenidas con denominaciones referidas a la especulación y la expoliación del patrimonio. El visitante podrá coger duplicados de las fichas, convirtiéndose a su vez, de manera simbólica, en expoliador de fósiles, cómplice del coleccionista–topero. La instalación es una argucia para demostrar la facilidad de hacerse con ejemplares extraídos de los yacimientos desprotegidos.


23. Toperos  

Esta instalación evoca la vulnerabilidad y desprotección de nuestros yacimientos. La pieza está compuesta por cuatro piezas modulares en cuya superficie aparecen reproducidas unas fracciones del ripples, suelo marino fosilizado, de la rambla de Gilico.

Para sensibilizar y concienciar al visitante sobre la fragilidad de los espacios de interés geológico y la necesidad de salvaguardarlos del expolio, se le invitará a golpear, con martillo y cincel, la escultura, poniéndolo en el rol de excavador–expoliador.


4: POÉTICAS DE LA CONSCIENCIA

La espiral, consciencia del micro y macrocosmos

Para nuestros ancestros la espiral simboliza el tiempo y el movimiento del cosmos, la matriz fecunda, la representación de los ciclos de la naturaleza y la expresión de la vida eterna.

También simboliza el proceso de crecimiento y evolución expansiva de una fuerza creadora, un bucle infinito de energía que mantiene la conexión macrocosmos–microcosmos–consciencia bajo una luz renovada en cada vórtice.

Para nuestros ancestros la espiral simboliza el tiempo y el movimiento del cosmos, la matriz fecunda, la representación de los ciclos de la naturaleza y la expresión de la vida eterna.
También simboliza el proceso de crecimiento y evolución expansiva de una fuerza creadora, un bucle infinito de energía que mantiene la conexión macrocosmos–microcosmos–consciencia bajo una luz renovada en cada vórtice.

La observación e investigación de aquel ammonites, junto con otras tipologías estudiadas a lo largo del desarrollo de este proyecto, me condujeron a descubrir que tanto la curvatura de la espiral de sus conchas, como las ramificaciones de la musculatura de su cuerpo carnoso grabado en la superficie de su fósil, respondían al crecimiento exponencial de la espiral logarítmica (equiangular) y a la geometría fractal que crece y se expande en función del principio de autosemejanza.

Puesto que la espiral es uno de los emblemas más profundos y universales de la humanidad al encontrarla en todas las civilizaciones como icono de la vida, Anidar la forma espiro–helicoidal a través de la consciencia y el imaginario artístico no es sino experimentar el recorrido evolutivo de la energía universal desde un nivel galáctico a un nivel subatómico. Un camino que nos permite comprender y representar la evolución humana como proceso integrado en la evolución del universo. Una experiencia que nos conecta inmediatamente con la Naturaleza de la que nunca hemos dejado de ser parte.

Mediante la técnica del frottage sobre el fósil conseguí la impresión de la estructura de la sutura. Este dibujo lo amplié y reduje en composición radial de acuerdo al crecimiento en espiral. La recreación de la complejidad del conjunto a partir de una pequeña parte, me permitió comprobar que los patrones de expansión y contracción fractal a diferentes escalas revelaban la representación física del infinito, una experiencia que me propuse materializar en distintos soportes y comportamientos artísticos.


24. Fractal en el cuerpo

La belleza y la fuerza de las suturas ramificadas dibujadas en la transparencia del policarbonato evidenciaban la infinitud. Intuía que mi cuerpo también la contenía, invitándome a experimentarla sobre la desnudez de mi piel.


25. Fractal en la tierra (Vídeo Performance)

Intrigada por los mecanismos internos de la materia, ordenados en formas sencillas a la vez que numéricamente complejas, de una manera racional construí la geometría de la forma espiral consciente del valor simbólico de cada uno de los materiales. El ser marino–orgánico simbolizado en la sal y el carbón. El ser pétreo–inorgánico, simbolizado en las arcillas triásica y las tierras margo–calizas. Sedimentar en el azar el orden de las materias para devolverlas, desde la aleatoriedad del movimiento, a su estado primigenio. La espiral, forma geométrica, física y simbólica del infinito.


26. Fractal en la tierra. Construcción-Desintegración

Tras haber encontrado una estructura lógico–conceptual que conectaba fósil, paisaje y geometría fractal en la construcción de la Espiral de Tierra, me propuse indagar en lo simbólico para ir más allá de la evidencia racional. De una manera consciente arrastré los pies sobre la espiral de sal. Llegué a su centro para salir de allí desde lo irracional poético de una danza aleatoria que mezcló los ma- teriales devolviéndolos a su lógica sedimentaria. El ritmo continuo y circular del movimiento dibujó nuevamente una curva, reviviendo la poética del infinito en la vivencia de la experiencia artística.


27. Divina espiral evolutiva

Divina espiral evolutiva. (2016) Escultura

La espiral logarítmica del ammonites me sugería las formas embrionarias en el útero materno. Con el fin de experimentar estas sensaciones, forjé en hierro la espiral, una estructura fractal en la que la sucesión de circunferencias se dilata desplazándose desde su centro, en crecimiento expansivo.


28. Anidando la espiral evolutiva

Habitar con mi cuerpo este volumen me hizo consciente de la relación yo/tu, dinamismo/ estatismo, centrípeto/centrífugo, recogimiento/expansión, origen/destino… Intuí la compleja red de interconexiones entre lo macroscópico y lo microscópico en la que mi existencia se integraba en la cadena evolutiva de la Vida.


Volver a casa, volver a la tierra

Las últimas investigaciones en Paleontología y Antropología afirman que lo que nos hace humanos es la necesidad de trascendencia, manifestada y compartida en la cultura y especialmente, en el imaginario–simbólico del Arte.
Transcender la realidad a través de la experiencia artística es un proceso de búsqueda donde la vivencia estética y la psique conectan su realidad con lo intemporal del imaginario ancestral. Volver a Casa, Volver a la Tierra es un proceso hacia el encuentro de nuestras raíces, un diálogo interno materializado en una experiencia de la conciencia que trasciende lo mental para conectar con lo emocional.


29. Volver a la tierra-humano fósil 1 (2008) Vídeo-performance

Me desvisto de Cultura para cubrirme de Naturaleza. Integro mi materia en la materia, una pasta arcillosa que registra mi cuerpo. La vivencia del contacto con la tierra sobre mi cuerpo me despierta el sentido de pertenencia al medio natural y la consciencia de que nunca he dejado de estar conectada con él, tan sólo lo he olvidado.

Volver a la tierra-humano fósil 1. (2008) Vídeo-performance


30. Volver a la tierra-humano fósil 2

Ser consciencia simbólica.

El símbolo es una especie de invitación. Es una indicación de camino, pero también una incitación que va incorporada a ella. Suele oponerse el símbolo a la razón y es que el símbolo sólo puede interpretarse cuan- do puede, al menos en cierta medida, vivirse.

Mauricio Beuchot

Más allá de lo visible, la belleza de las imágenes directas, sombras–residuos de mi cuerpo, me hacen sentir como el primer humano. Mis huellas rememoran lo sensible de los primeros trazos, el primer lenguaje. Continúo componiéndolas desde lo espontáneo dejando emerger mi conexión con lo ancestral.


31. Volver a la tierra-humano fósil 3

Paisaje de la Consciencia

Para terminar de expresar artística y técnicamente los procesos de cambio irreversible en la materia, cocí en un horno cerámico la escultura de barro producto de la acción.
Este recurso tecnológico me permitió evidenciar de nuevo la similitud entre los procesos naturales de fosilización y la capacidad humana para detener y condensar el tiempo geológico, convertirlo en tiempo antropológico, trayendo el futuro el aquí–ahora.

La consciencia de la temporalidad se manifes- tó en la metáfora del horno cerámico como máquina del tiempo, haciéndome sentir como un fósil del futuro, aceptando mi finitud como especie y la vida como un fluir continuo de re- generación y destrucción.

En la consciencia de lo temporal y del cambio en la materia, comprendo nuestra fragilidad como especie.
La representación muestra que, al igual que los ammonites, nuestra especie llegará a extinguirse debido al rápido deterioro de nuestro planeta.

Volver a la tierra-humano-fósil 3. (2008) Escultura

Para festejar el fin del proyecto, comtemplo la organización de una acción–ofertorio en el yaci- miento Arroyo de Gilico, como pago a la Tierra, emulando a las antiguas culturas en agradeci- miento por habernos hecho conscientes del diá- logo entre Naturaleza y Cultura.

La acción consistirá en una intervención en el paisaje en la que se integrará esta escultura y quedará incorporada al territorio, como una etapa más de la Historia geológica de la vida y como restitución simbólica en una de las zonas más deteriorada por los expoliadores.

Consciencia de ser Materia–Paisaje, de ser en lo otro y de cómo lo otro se expande y funde en mí, siendo célula de la conciencia.
Consciencia de ser Materia–Naturaleza, de pertenecer al medio natural, de fusionarse con él, de ser energía.

Consciencia de ser Tiempo–Paisaje, instante y memoria de tiempo imperfecto, flujo perpetuo, ciclo sin fin que Evoluciona, Involuciona y Co–evoluciona siendo vórtice en el paisaje de nuestra consciencia.

Consciencia de ser Paisaje–Fractal, forma que multiplica y divide lo más grande, lo más pequeño, lo vivo, lo inerte, comprendiendo que en cualquier parte del patrón vibra la complejidad del Todo.

Consciencia de Ser Paisaje–Sintiente, respirando la consciencia más allá de expertas taxonomías, superando viejas escisiones, integrando en Simbiosis Cultura y Naturaleza, siendo ser humano en plenitud, consciencia despierta.


Grabados
MABEL MARTÍNEZ | 1964-2019
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